*** Las hipótesis que circulaban a través de las redes sociales sobre supuesta trata de menores se cayeron, toda vez que una mujer de la tercera edad llegó a la sede de la Policía Municipal de San Diego con Antonella Pérez, que desde la noche anterior había sido reportada como desaparecida
Para Yulimar fue desesperante pasar la noche sin su niña. Desde el mediodía de este viernes desapareció cuando estaba en su casa en el sector El Carmen Norte de Valencia y no fue sino hasta la mañana de este sábado cuando se supo de la menor, quien estaba en el municipio San Diego.
Las hipótesis que circulaban a través de las redes sociales sobre supuesta trata de menores se cayeron, toda vez que una mujer de la tercera edad llegó a la sede del Servicio de Investigación Penal (SIP) de la Policía Municipal de San Diego con Antonella Pérez, la misma niña que desde la noche anterior había sido reportada como desaparecida.
De acuerdo al relato de la menor, de ocho años de edad, ella misma decidió escapar de su casa debido a supuestos maltratos que recibía al momento que su madre la mandaba a leer.
Alrededor del mediodía del viernes, Antonella, estaba jugando en un corredor de su casa cuando de pronto desapareció, sin que nadie la viera, relató su madre.
Se cree, que la niña caminó hacia algún punto de la avenida Lara de Valencia, donde abordó una unidad de transporte público con destino al municipio San Diego y se sentó al lado de la mujer que sería su protectora.
«Me escapé de mi mamá», aseguró Antonella
– «¿ Con quién andas?, habría preguntado la señora a la niña.
Antonella, entonces, se desahogó: «Sola. Me escapé de mi mamá porque me pega», habría respondido la niña.
Eran cerca de las 5:30 de la tarde. Y ante la vulnerabilidad que vio la señora de dejar a la niña sola en el bus, se la llevó a su casa en Campo Solo donde le dio comida, ropa y pasó la noche.
Mientras tanto, en el barrio El Carmen, los vecinos aún continuaban la búsqueda de la niña con ayuda de la Policía de Carabobo y la municipal de Valencia.
Al despertar, y luego de desayunar, la señora decidió llevar a la niña a la sede del SIPSD. Los funcionarios ya sabían sobre la desaparición de Antonella porque habían visto a través de las redes sociales. Sin dudar, llamaron al número de contacto.
Poco después, Yulimar, llegó al SIP y con un abrazo selló el pacto de amor de una madre hacia una hija, que desea que aprenda a leer.
Una consejera del Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescente estaría encargada del caso a fin de determinar si ciertamente Antonella es víctima de maltrato infantil.
Por lo pronto, volvió a su casa, con su mamá y hermanos.
EL CARABOBEÑO
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